Uno de los fenómenos
más espectaculares de la naturaleza, es la migración
de grandes poblaciones de
organismos entre regiones geográficas distantes.
Buenos ejemplos son el viaje de la mariposa monarca desde el norte
de los Estados Unidos el sur de Canadá hasta la zona central de México, y una
de las numerosas especies de aves que migran desde la zona del Ártico hacia las
tierras tropicales y subtropicales de África y América en el invierno.
El movimiento de especies de una región a otra es un fenómeno
natural que puede ser causado por los cambios naturales en las temperaturas
estacionales de los hábitats. Por ejemplo, al llegar el invierno, muchas
especies migran hacia los trópicos para evitar los rigores del frío o en busca
de alimento, como el caso de los ñúes en África, que se
desplazan buscando pastizales con nuevos brotes.
La introducción de especies exóticas a los ecosistemas no es
inocua, ya que puede causar graves daños a los mismos. Los organismos invasores
o introducidos compiten con las especies nativas por alimento o espacios
particulares dentro del hábitat, lo cual con el tiempo, podría llevar a la
extinción de las especies nativas y a la reducción de la biodiversidad del
ecosistema o la región en cuestión.
La magnitud de este problema es tal que aproximadamente 17% de las
extinciones de especies animales recientes en todo el mundo pudo ser por la
invasión de especies invasoras o exóticas. Tan solo hasta hace unos años nos
hemos empezado a dar cuenta del grave error que hemos cometido al introducirlos
en sitios en los que no estaban con anterioridad ya que, ahora se reconoce que
la introducción de especies ya sea de manera accidental o intencional, es una
de las principales causas de pérdida de biodiversidad del planeta.
En México, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO) se ha encargado de obtener información sobre la
situación de las especies invasoras o exóticas en el país. En el 2006, la
CONABIO identificó, de manera preliminar al menos 800 especies invasoras, que
incluyen 665 plantas, 77 peces, 2 anfibios, 8 reptiles, 30 aves, 16 mamíferos y
2 especies de invertebrados. Y ya se les ha
detectado en el sur de Campeche, con riesgo de que lleguen más al Norte y al
Este, hasta Yucatán y Quintana Roo. Los hay de numerosas especies, y a primera
vista parecen totalmente inofensivos. Incluso, los acuaristas los utilizan como
limpiadores en sus peceras, pues tienen una gran boca en forma de ventosa y
recorren las paredes, alimentándose con algas y desperdicios adheridos a ellas. Las poblaciones de
aves son también muy nutridas, sobre todo en la zona del delta, donde incluso
se estableció la reserva de la biósfera Pantanos de Centla para proteger esa
gran biodiversidad.
La presencia de
peces diablo en el tramo final de tan importante sistema fluvial, resulta,
pues, alarmante, pues como ya se mencionó, afecta a las especies nativas y la
actividad pesquera de las personas.
Y más alarmante aún
resulta la posibilidad de que por descuido de acuaristas desconocedores del
peligro que representan, esos temibles invasores vayan a dar a ríos
subterráneos o cenotes de la península de Yucatán y desplacen a los peces de
especies únicas en el mundo que ahí habitan.
opinion:
en las especies exoticas es muy raro e interesante como ellas se tienen que adptar y cambiar por los problemas de contaminacion o escases de alimento sele denomina espesie exotica alas especies que se encuentran en dicho lugar que no pertenese a su lugar nativo. en mexico se da mucho que espesies emigren a el como es el caso de la ballena gris la mariposa monarca entre otros una en la actualidad que es nuevo es el de la mojarra al sur de yucatan, y con la emigracion de estas especies se cambia el equilibrio de otras regiones..
No hay comentarios:
Publicar un comentario